Para el año 2015 nos enfocamos en trabajar en el sur de Chile, y damos gracias a Dios por su fidelidad y la ayuda de ustedes para apoyar a estas familias regalandoles una canasta navideña que sin lugar a duda fue de mucha bendición. muchas gracias por su apoyo y oración.

Aquí está la carta de nuestros hermanos en Chile.

“Desde hace ya un año nuestra Corporación nos encomendó la misión de trabajar con un circuito de Iglesias en la zona sur de nuestro país, en lo que se refiere a administración y cobertura espiritual. Actualmente este circuito o sector, se compone de 10 Iglesias, 5 de ellas se encuentran en ciudades y 5 en sectores rurales, específicamente comunidades indígenas mapuches.

Estas últimas son lugares donde hay mucha necesidad, y su gente es de mucho esfuerzo, sin agua potable, ni alcantarillado, alejados de hospitales, colegios y centros comerciales. La labor de la tierra es esencial, siendo parte de las actividades diarias para poder disponer de las verduras, carne, huevos y todo lo que se pueda cultivar, el resto de los alimentos se obtienen comprando en las bajadas al pueblo más cercano, normalmente una vez al mes. Para poder congregarse muchos de ellos caminan hasta dos horas, inclusive en época de invierno, que es muy lluvioso en el sector. La mayoría transita por caminos sin pavimentar, sin alumbrado público, ni locomoción colectiva, cruzan largas distancias y caminos montañosos.

Es de gran bendición y ejemplo para nosotros, pues estos inconvenientes, no son una excusa para servir al Señor.

Cada año en Navidad, la Iglesia en Mulchén, que es donde Pastoreamos, prepara las llamadas “Canastas de amor en Navidad”, para ser entregadas en hogares de escasos recursos de la comuna. Pero este año surge en nuestros corazones el deseo de bendecir también a estas familias esforzadas de comunidades indígenas de nuestro sector 13, pero no teníamos los medios aún para hacerlos.

Con esta inquietud estábamos, cuando recibimos un llamado desde el otro extremo del mundo, desde Canadá, era nuestro amigo Jorge Santana, proponiéndonos una hermosa bendición, el poder apoyar el trabajo de navidad, lo cual vino a dar respuesta a nuestras oraciones. Esto era lo que nos ayudaría a llevar esta bendición al sur.

Le comunicamos a los hermanos de la Iglesia en Mulchén de esta hermosa bendición, que no era para ellos, sino para sus hermanos del sur, para bendecir a otros, fue motivo de gozo para todos ese día.

Rápidamente nos pusimos a trabajar, pues quedaban pocos días para Navidad, compramos y armamos junto a los hermanos de Mulchén, 30 hermosas canastas de amor, que incluían un ejemplar de la Biblia, para no solo llevar los tan necesarios alimentos, sino también lo que da sustento a nuestras vidas, la Palabra de Dios.

El día 23 de Diciembre, junto a nuestros hijos Natalia (14 años), Gabriel (9 años) y una jovencita del Ministerio Juvenil de la Iglesia, emprendimos el viaje muy temprano con esta hermosa muestra de amor de Dios desde Canadá.

Un viaje que nos llevaría a recorrer más de 500 km de carreteras, caminos de campo y hermosos paisajes cordilleranos del sur de nuestro país.

Llegamos a la localidad de Lautaro, específicamente la comunidad de “Central Alhueco”, donde fueron beneficiadas 6 familias. Luego nos dirigimos a Zanja Maquehue, donde 6 familias recibieron esta muestra de amor.

Ya a medio día llegamos a la comunidad de Trai Traiko; 7 familias recibieron con gozo y alegría sus canastas, principalmente viudas. Finalmente nos dirigimos al sector de más difícil acceso, Mili Mili; ubicado en lo alto de una montaña, tuvimos que bordear riscos y caminos pedregosos, para encontrarnos con hermanos esforzados y valientes, que sirven al Señor en medio de la montaña, pudiendo bendecir a 8 familias.

No hay palabras que de verdad describan lo agradecidas que cada familia estaba por esta inesperada muestra de amor, no podían comprender como de tan lejos Dios les enviaba bendición. Palabras de gratitud salían de sus labios, en medio de lágrimas de alegría, palabras de bendición para ustedes queridos hermanos en Canadá.

Junto con el alimento se pudo entregar un set de útiles escolares para cada niño de las familias que recibieron estas canastas. Además de estas familias recibieron también esta bendición, tres familias de Mulchén de escasos recursos que tienen un familiar discapacitado, postrado en cama o en silla de ruedas, siendo también una gran bendición.

A nombre de cada familia bendecida, de la Iglesia en Mulchén, que se les permitió ser parte de esto con su trabajo, queremos darle las gracias a ustedes por obedecer a la voz de Dios, para extender sus manos y enviar bendición tan lejos. Nada de lo que hagan en la obra del Señor es en vano.

Y como dice la Palabra del Señor, “amado yo deseo que seas prosperado, y que tengas salud, así como prospera tu alma”

Un gran abrazo a la distancia  para todos ustedes.

Jocelyn y Sandra

Pastores en Mulchen.”